Me gustaría comenzar con una pregunta que os haga reflexionar:
¿El dolor es bueno o es malo?
Rápidamente vuestra mente os habrá llevado a pensar que es malo, sobretodo para aquellos que sufrís dolor de forma habitual en vuestro día a día. Pero os lanzó otra pregunta:
¿Podríamos sobrevivir como especie sin dolor?
En este pequeño texto, simplemente quiero cambiaros la percepción que tenemos hacia el dolor, y explicar realmente que es el dolor y todos los factores que realmente afectan a que percibamos una experiencia dolorosa.
El sistema sensorial
En el transcurso de miles de años de evolución hemos desarrollado un extraordinario sistema sensorial, que está constantemente informando de los cambios que se producen en nuestro organismo. El dolor sería la respuesta final de este sistema, nuestra alarma interna que informa sobre una amenaza o peligro.
Este sistema es el que nos avisa, cuando nos fracturamos un hueso, cuando nos quemamos con una llama de fuego,cuando nos pinchamos con una aguja, cuando mantenemos una postura mucho tiempo… en todos esos casos y más, es el dolor el que hace que dejemos de realizar esa acción que nos está causando daño, y digo daño porque más adelante veremos las diferencias entre sentir dolor y tener daño.
Seguramente todos los hayamos experimentado.
Imaginaros no haber sentido dolor
La fractura nunca se habría consolidado, hubiéramos muerto quemados o congelados y seguiríamos en la misma postura sin movernos.
Espero que poco a poco vayais cambiando vuestra percepción, ya que el dolor es bueno porque nos motiva a mantenernos a salvo y tratar y cuidar cualquier problema que ocurre en nuestro cuerpo.
Lanzo otra pregunta,
¿Sentímos todas las personas la misma cantidad de dolor ante el mismo hecho?
Mi respuesta es rotundamente no. El dolor realmente es una experiencia sorprendente y compleja. La mayoría de nosotros conoce historias de personas que han tenido lesiones graves y no han sentido ningún tipo de dolor en ese momento y viceversa. Lo entenderemos mejor con dos ejemplos extremos.
Muchas historias hablan de soldados que durante la Segunda Guerra Mundial sufrieron una lesión grave, incluso perdieron totalmente un miembro, y que aun así refirieron poco o ningún dolor. Aquellos que han sufrido amputaciones traumáticas durante la guerra comentan que no tuvieron dolor y normalmente relatan la lesión utilizando términos inofensivos: fue como un ‘golpe’ o un ‘puñetazo’. ¿Por qué pasa esto? Antes hemos dicho que el dolor nos alerta de una amenaza o peligro, en esta situación la verdadera amenaza era morir y no poder regresar a casa con sus familias. En este contexto, perder una pierna, el sistema de peligro no lo valoraba como realmente amenazante ya que podían volver a ver a sus familias, por eso no aparecía el dolor intenso.
En el caso contrario, os pongo el caso de un pianista que va a tocar por primera junto con la Orquesta Filarmónica de Viena, y el día antes sufre un corte con una hoja de papel en el índice. El corte no es profundo, pero al molestarle al tocar el piano, el sistema de peligro si lo detecta como una amenaza y el pequeño corte posiblemente sea de las experiencias más dolorosas que haya experimentado.
Con todo esto quiero sacar dos conclusiones
La primera sería que la intensidad de dolor que experimentas no está relacionado directamente con la cantidad de daño sufrido en el tejido.
Y unido a esto, que nuestro entorno, contexto, relaciones personales, pensamientos, creencias, hábitos… etcétera, afectan a la experiencia de dolor que sentimos.
Entender el dolor de esta forma, hace que cambiemos nuestra percepción y nos demos cuenta (como fisioterapeutas) de que tratamos a personas con su mochila cargada de vivencias, creencias, pensamientos, emociones y muchas cosas más… y no con un trozo de carne con ojos, músculos y articulaciones.
Espero que os haya gustado el post y seguiremos ahondando un poquito más en el mundo del dolor Si alguien se queda con alguna duda podéis dejar un comentario o preguntarme por la clínica.
Artículos relacionados con Fisioterapia
- El síndrome del piramidal
- Punción seca
- ¿Puede afectar el móvil a mi dolor cervical?
- Síndrome de la cintilla iliotibial
- Periostitis tibial
- Kinesiotape o esparadrapo de colores
- Aliviar el estrés con Osteopatía y otros métodos
- Dolor en la rodilla. Condropatía
- Contracturas por aire acondicionado
- Estreñimiento en adultos
- Síndrome del túnel carpiano. (Dolor en muñeca)
- Bruxismo o rechinar los dientes
- Fascitis plantar
- Diafragma
- Mochila de los niños y dolor de espalda
- Contractura ¿qué es?