¿La deformidad craneal de mi bebé es sólo estética o hay algo más? ¿Cuáles son realmente las consecuencias de una plagiocefalia?
Qué consecuencias tiene una deformidad craneal sobre mi bebé
Es obligatorio mencionar que la deformidad craneal no afecta al desarrollo intelectual del niño. La mayoría de las anormalidades que observamos son estéticas. Pero sí existe una torsión craneal sin tratar, ésta va afectar al resto de la columna vertebral, pudiendo ser compensado con una escoliosis, una disfunción sacro-ilíaca o problemas de visión.
Por ello es necesario acudir a un profesional. Recibir una valoración y tratamiento osteopático tempranos es fundamental para corregir la deformidad craneal y evitar lesiones futuras.
Desde Clínica Angular le hacemos unas recomendaciones
- Realizar más cambios posturales en el bebé
- Uso de cojines especiales para distribuir las presiones que recibe la cabecita.
- Trabajar con el bebé boca-bajo, para ayudarle a que eleve la cabeza (tumbado sobre vosotros o con ayuda de juguetes)
- Estimular visual y auditivamente hacia ambos lados (también al dormir)
- Cambiar alternativamente de pecho y en caso de biberón, alternar el brazo que sostiene al pequeño para estimular las rotaciones cervicales de ambos lados.
- Evitar las presiones constantes mantenidas, ayudándonos del portabebés o los brazos.
- Durmiendo tumbado bocarriba, cambiar de lado el apoyo de la cabeza, alternativamente.
- Acudir a un especialista para su evaluación y tratamiento
¿Qué se hace durante la sesión?
El tratamiento con Osteopatía Infantil es suave, eficaz y totalmente seguro. Se trabaja con la conocida como osteopatía sacrocraneal.
En un primer momento, el osteópata comprueba la movilidad de la columna cervical en las rotaciones y flexiones laterales, explorando si existe o no contractura muscular. Es común que la deformidad craneal o plagiocefalia vaya asociada a una tortícolis infantil.
A continuación, libera las tensiones intracraneales con ayuda de osteopatía craneal. Estas tensiones se generan como ajuste por la tensión física o emocional del bebé. Es una maniobra apenas perceptible en la que el bebé, normalmente, se relaja.
Y por último, examina la movilidad en las distintas zonas de la columna vertebral, por si existen compensaciones asociadas a otros niveles de espalda.
De esta manera, se obtiene una visión global del bebé o el niño y no se tiene únicamente en cuenta la deformidad craneal.
Los padres están presentes y se les hace participe en el tratamiento, tanto en consulta como en casa, donde es necesario un trabajo diario. El fisioterapeuta u osteópata les enseña unas maniobras específicas para trabajar con su bebé en casa a diario.
La recuperación es más rápida, cuanto más temprano comience el tratamiento y más abiertas estén las fontanelas del bebé.
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Un comentario
Sergio Peinado
Brillante artículo!